Al
final de mi etapa en Peugeot después de haber vivido muchos cambios de jefes de
ventas, con el ultimo no congeniamos muy bien, entonces un antiguo compañero de
Škoda se había puesto por su cuenta y me ofreció irme a su lado en una
compraventa de vehículos premium, cosa que acepte con mucho gusto.
Allí
nos dedicamos a coche de ocasión siempre seleccionando coches que no tuviésemos
problemas, para empezar todo el coche de alquiler no nos lo quedábamos suelen
ser coches de muy bajo kilometraje pero en cambio con un alto cambio de
conductores y tal como decida un celebre presentador de la televisión inglesa
no hay coche que corra mas que uno de alquiler, estos coches si les das a un
bordillo, no pasa nada, si los subes de vueltas tampoco, si cambias las marchas
sin el embrague tampoco y así, son coches que empiezan a sufrir desgaste mucho
mas pronto que otro vehículo que solo ha tenido un propietario
Después
tampoco queríamos coches de importación ya que la seguridad de vender un coche
que sabes quien lo ha llevado o como ha sido tratado era muy complicado de
saber, por ejemplo si yo te vendo un coche y te digo que era Pepito el Filomeno
de la calle tras de tal ciudad, con el historial de la matricula se puede
llegar a encontrar a esa persona, cosa que con los coches de importación una
vez pasado frontera no se sabe quien era el propietario y como lo habían
tratado.
Allí
estuve como si fuera mi casa, una empresa familiar con pocos trabajadores y muy
cercana.
Estuve
12 años hasta que me vendieron una moto para cambiar a una gran concesión
concretamente a la Renault, pero esto será en la próxima entrada.
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